Compañía Coral de Santa Fe: Stabat Mater

A 150 años de la muerte del compositor italiano Gioacchino Rossini la Compañía Coral de Santa Fe y Cameratha Eleutheria se unen por primera vez para interpretar “Stabat Mater”, la obra musical basada en los versos tradicionales atribuidos al fraile franciscano Jacopone da Todi, que fue estrenada en la Iglesia del Convento de San Felipe del Real de Madrid en 1833.
El concierto tendrá lugar este domingo a las 20, en la Sala Mayor del Teatro “1º de Mayo”, bajo la dirección del Mtro. Manuel Marina, en el marco del 51º Aniversario de la Cámara Argentina de la Construcción Delegación Santa Fe, con apoyo del Gobierno de la Ciudad. La entrada será libre y gratuita, y los pases deberán retirarse previamente por la boletería del Teatro ubicado en San Martín 2020.

Desde la agrupación coral dirigida por Pablo Villaverde Urrutia se destaca que esta presentación “es una oportunidad única para el público de entrar en contacto con esta obra maestra, que contará con destacados solistas invitados como Sabrina Cirera (soprano), María Luján Mirabelli (mezzosoprano) y Juan Font (barítono), del Teatro Colón de Buenos Aires; y del tenor Pablo Bemsch, radicado en Europa, donde desarrolla su carrera profesional participando en la Ópera de Zurich y el Royal Ópera de Londres”.

Sobre la obra
Esta versión de Rossini, explica Villaverde Urrutia, “es parte de una tradición muy importante, no solo de la música italiana, ya que el texto de Jacopone da Todi es una oración medieval tan efectiva, tan dramática en algunos aspectos, que ha fascinado a muchos compositores”.
En relación a los orígenes de la composición, recuerda que se trató de un encargo de Manuel Fernández Varela a fines del año 1830, pero Rossini completaría la obra recién en 1842 ya que en la primera versión algunas secciones fueron escritas por Giovanni Tadolini. La versión final, compuesta íntegramente por el italiano se estrenó en París, “en una sala de la universidad de Bologna, que era el “archigimnasio” (aun hoy existe el salón) que ha tomado el nombre de Sala del Stabat Mater”. Se trató de un acontecimiento relevante para la música, que no obstante recibió críticas sobre el estilo “que algunos consideraron poco religioso y muy teatral, pero en realidad era simplemente el estilo rossiniano, donde la teatralidad lejos eliminar el dramatismo de algunos fragmentos de la obra, contiene una gran emoción donde nunca se traiciona la gran línea melódica que es la figura belcantista, de la que Rossini es sin lugar a dudas uno de los padres”.