Presentación del libro: El tiempo que lleve olvidar

Esta novela se puede ubicar en la tradición de Haroldo Conti, Miguel Briante y Sara Gallardo. Aborda un universo rural, pero sin estigmatizarlo ni esquematizarlo desde una mirada costumbrista. Hay algo también del Bolaño de 2666: la idea de una especie de relato sin fin o sin cierre, como si todo pudiera ser convertido en literatura, como si fuera posible escapar a la pretensión de la máquina dramática, entendiendo que la acción también está en lo más pequeño de lo cotidiano. No es una novela lineal sino, más bien, el relato de un universo, de un tiempo y un espacio. Sin ser una narración coral (el narrador es prácticamente el mismo a lo largo de todo el libro, y no se identifica con ninguno de los personajes), sí es un relato sin un centro definido, que se abre como un racimo pero, de algún modo, siempre vuelve a su cauce. El "campo" o el "pueblo" aparece, por momentos, como un espacio de encierros, como un universo que atrapa de algún modo a los protagonistas. Pero no es una desgracia ni una condena: los personajes tienen deseos, tienen anhelos, los persiguen y luchan contra las fronteras del espacio que habitan.

Mercedes Bisordi vive en Colastiné Norte, es comunicadora social y gestora cultural. Coordina talleres de escritura y lectura en la ciudad de Santa Fe. El tiempo que lleve olvidar es su primera novela.