Orinoco

Nadie es profeta en su tierra. 
Dos artistas navegan en un buque carguero las aguas del Rio Orinoco, en busca de una nueva oportunidad. Mimi y Fifi son contratadas para debutar con su show en un campo  petrolero en lo más profundo del Amazonas.  Quizás llamadas a escribir un capítulo más en su vasta trayectoria  artística, más que por recuperar el reconocimiento que alguna vez tuvieron,  se lanzan decididas a no pasar  desapercibidas, a existir en alguna biografía. A llegar.
El debut, en la nueva escena las conmueve, el universo se despliega bajo el sol del caribe. Allí cada segundo es excusa para profesionalizar el show. Prohibido fallar. Los bailes, cantos, actuaciones, vestuarios se tiñen de rojo sangre, de fuego.  Una mueca de escenario,  bordea con desparpajo la simpatía y es desventura cautiva en la sal y la noche.
 Con  engaños y escondites, ellas traicionan a la oscuridad,  no a la luna. Y allí pueden llegar a bailar, y si "aplauden" también van a cantar. 
Unidas por alguna fuerza suprema a la casualidad, aferradas al mismo juego que inician una y otra vez,  provocan al humor y la locura. Un amor antagónico las convierte en lo más parecido a lo que soñaron de sí mismas.